Los mejores productos para garantizar nuestra jubilación
La jubilación es un tema candente en la actualidad, los cambios que han ido
surgiendo en los cálculos de las pensiones, la crisis económica, el
envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad son todo factores que
han ido afectando a los jubilados y a las personas a punto de jubilarse, creando
cierta incertidumbre y preocupación por los ingresos futuros. Para conseguir una
mayor tranquilidad e intentar garantizar un nivel de vida adecuado y cómodo,
mostramos a continuación algunos consejos para aquellos que estén cerca de este
inevitable momento o para los que quieren asegurarse una estabilidad económica
desde este preciso instante aunque aún queden años para su jubilación.
Si queremos un retiro sin sobresaltos, podemos empezar por lo más fácil, los
ahorros tipo hormiga. Destinando a una cuenta aparte de la que utilicemos
habitualmente una cantidad de dinero adecuada al mes, lógicamente siempre
moviéndonos dentro de nuestras posibilidades pues no es necesario ingresar una
suma que nos haga estar contando hasta el último céntimo el resto del mes.
Según la edad que tengas y dependiendo de los riesgos que estés dispuesto a
correr, puedes apostar por planes de renta variable, que a la larga te darán más
rentabilidad e ir poco a poco cambiando tu cartera hacia posiciones más
conservadoras que acarrearan menos riesgo. Si te encuentras en los últimos años
de tu ciclo laboral, te convendrá fijarte en los planes de renta fija o los
llamados PPA (Planes de previsión asegurados). Antes de nada y decidas lo que
decidas, consulta con tu actual empresa para informarte de si disponen de algún
plan de pensiones, ya que éstos suelen tener comisiones más bajas.
Entonces, ¿Cómo sabremos cuál es el producto más adecuado en nuestro caso?
Deberás analizar cuatro factores.
El primero es el cálculo estimado de las
comisiones y los gastos; según el plazo que escojamos puede ser que éstos acaben
siendo muy elevados y reduzcan la rentabilidad de nuestro plan. Como hemos
citado anteriormente, el riesgo es un factor clave.
La capacidad que tengamos
para asumir pérdidas irá disminuyendo con los años, pues una persona de 30 años
tendrá más facilidad para recuperarse por lo que podrá hacer inversiones que
conlleven más riesgo al quedarle suficientes años para convertir las posibles
pérdidas en ingresos.
Por otra parte, una persona más próxima a su edad de
jubilación deberá ser más reservada en lo que a riesgo se refiere, pues no
conviene incurrir en pérdidas cuando queda poco tiempo para dejar de cobrar el
sueldo íntegro.
La liquidez del producto escogido también ha de tenerse en
cuenta, pues algunos de éstos no son líquidos, por lo que no podremos rescatar
nuestra inversión o el ahorro acumulado hasta que se produzca el riesgo que
están cubriendo.
Fiscalmente hablando también debemos estar atentos, ya que los
rendimientos que genera nuestro producto financiero están sujetos a
tributación.
Hay épocas en las que las entidades que se dedican a la oferta de estos
planes de jubilación hacen campaña, ofreciendo regalos que a primera vista
parecen de lo más jugosos. Sin embargo se recomienda ser cauto a la hora de
elegir quién queremos que gestione nuestro plan, pues a veces usan estos
incentivos a modo de gancho, pero la realidad es que la letra pequeña te obliga
a aceptar una permanencia. De este modo, el contratante no podrá cambiar de
producto en caso de que no cubra sus expectativas iniciales acarreando pérdidas
de dinero finalmente.
La opinión de un experto siempre sirve de ayuda, puede que no sea barato pero
siempre es mejor eso para guardarse las espaldas que acabar cometiendo un error
que no se pueda enmendar más adelante. Si estás en un momento en el que debes
decidir pero no sabes bien qué es lo que te conviene y tampoco dispones de mucho
margen para acudir a un asesor profesional, cuenta con un
mini préstamo, que estarán a tu
disposición en cualquier momento, de forma ágil y sencilla para poder
despreocuparte a la hora de invertir tu dinero.
Cada individuo visualiza la jubilación de una forma diferente, para algunos
representa el fin de una época, lo cual les entristece y para otros es el
momento con el que llevaban tiempo soñando.
Si perteneces al primer grupo, trata
de mantener tu mente positiva, es una nueva etapa en la que tendrás tiempo libre
para descansar y disfrutar con los tuyos, por lo que si te organizas
adecuadamente, se convertirá en un periodo feliz y confortable.
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