3 maneras de allanar la cuesta de
septiembre con una tarjeta de crédito
El inicio del mes de septiembre es uno de los períodos más
temidos por las familias españolas, pues al molesto síndrome postvacacional se
le une la vuelta al cole de los hijos, uno de los peores enemigos de los
bolsillos de los padres. Durante las semanas anteriores al inicio del curso
escolar hay que comprar libros de texto,
libretas, estuches y otros materiales, lo que probablemente supondrá un
desembolso de varios cientos de euros.
Desgraciadamente, la cuesta de septiembre llega en un mal
momento, ya que tras las vacaciones de verano, la economía de algunos hogares
españoles pasa por una situación delicada. Por eso, muchas familias optan por financiar con tarjetas de crédito
la compra del material escolar de los más pequeños de la casa, un método tan cómodo como peligroso si no
se utiliza el dinero de plástico con responsabilidad. Desde el comparador
financiero HelpMyCash.com indican que hay varias maneras de financiar los
gastos de la vuelta al cole, cada una con sus ventajas y sus inconvenientes:
pagando ahora y devolviendo el dinero a fin de mes, reembolsando todas las
compras del mes mediante el abono de cuotas mensuales o de un porcentaje de la
deuda, o fraccionando una compra determinada en varias mensualidades.
1. Pagar a fin de mes sin intereses
La manera más barata de financiar las compras realizadas
durante el mes de septiembre es pagarlas con una tarjeta de crédito con la
modalidad de reembolso total. De esta manera, todo el saldo dispuesto se puede
devolver a fin de mes o durante los primeros días del mes siguiente y no se tienen que pagar intereses ni comisiones
de ningún tipo. El único inconveniente de este método es que es obligatorio
reembolsar todo el crédito utilizado de golpe, algo que no todos los hogares se
pueden permitir.
La Tarjeta de Crédito Oro de Wizink es
una de las mejores que se pueden usar con esta modalidad de pago, ya que es
gratuita año tras año (no tiene cuotas de emisión ni de mantenimiento) e
incluye descuentos de hasta el 30 % en cientos de establecimientos. Además, los
que la contraten ahora recibirán el ingreso de 25 euros tras su primera compra
o retirada de efectivo.
2. Pagar a plazos en cuotas o en porcentaje
del saldo dispuesto
Una opción más cómoda (pero también más cara) es utilizar
una tarjeta con la modalidad de pago aplazado. Con este método, el saldo dispuesto se puede devolver
mediante el pago de cuotas mensuales o el abono de un porcentaje de la deuda,
lo que permite reembolsar el crédito usado poco a poco. Sin embargo, en este
caso sí se tienen que pagar intereses, que suelen ser de entre el 15 % y el 29
%, por lo que no es aconsejable financiar grandes compras. Tampoco es
recomendable elegir cuotas muy pequeñas, ya que se puede tardar mucho tiempo en
saldar la deuda.
3. Fraccionar el pago de una compra concreta
Finalmente, con
algunas tarjetas de crédito es posible fraccionar el pago de una compra
concreta en varias mensualidades a un precio más bajo que con la modalidad
de pago aplazado o, incluso, sin intereses (aunque con comisiones). En general,
para poder financiar una compra con este método, hay que gastar una cantidad de
dinero mínima que oscilará entre los 50 y los 100 euros, y se tiene que
devolver esa suma en un número fijo de cuotas.
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